La última ley educativa a fecha de este post... y probablemente la antepenúltima si lees esto unos días después de publicarlo... es la LOMLOE. Como todas las leyes educativas que sacan, introduce una gran variedad de cambios menores para adecuarse mejor al discurso del gobernante. Por suerte, en este caso la mayoría de cambios tienen que ver con inclusividad y aceptación social, cosa con la que la mayoría estará de acuerdo. Como la ley es muy larga, vamos a centrarnos en algunos puntos que han llamado mi interés.
- Lo inútiles que son nuestros políticos.
En el "CAPÍTULO III. Educación secundaria obligatoria" del "TÍTULO I. Las Enseñanzas y su Ordenación", está el artículo 25 dedicado exclusivamente a 4º de la ESO, sin embargo el punto 7 habla de todos los cursos en general.
2. Lenguas cooficiales.
En esta misma imagen, se muestra el punto 8 sobre las lenguas cooficiales. Según la LOMLOE, las CCAA con dichas lenguas, tienen todas las competencias para escoger cómo debe realizarse la enseñanza con respecto a dichas lenguas.
Muchas comunidades optan por impartir directamente las clases en el segundo idioma oficial aunque siguen obligadas a impartir lengua española.
Este es un punto controvertido por lo que tengo curiosidad por saber vuestra opinión. Yo creo que debería haber libertad para que los propios centros escojan si dar las clases en Castellano o en el segundo idioma, para que cada uno escoja en que centro prefiere estudiar en función del idioma, que puede suponer una barrera para estudiantes que acaben de mudarse o problemas para padres que nunca hayan llegado a aprenderlo.
3. Religión.
El último tema que voy a tratar y otro también controvertido.
En lo que he podido leer de la ley, que es el apartado de la ESO, religión no es mencionada ni una sola vez. Cuando yo estudiaba, mi instituto te dejaba elegir entre religión o literalmente no hacer nada durante una hora y a raíz de esta ley, habrá muchos centros que ni oferten religión.
A mi me parece bien, España es un estado laico aunque de tradición católico-cristiana, por lo que había una tradición de enseñar religión católica a lo largo de la enseñanza. Lo que han hecho no es prohibirlo sino dar rienda suelta a usar ese espacio para ofrecer mayor variedad de asignaturas que puedan interesar a los estudiantes. Quien quiera estudiar religión, aún podrá hacerlo, pero también podrá elegir entre muchas otras opciones.
Esto también individualiza más al centro, antes ibas al más cercano de tu casa y como mucho te cambiabas si había algún problema o si la dificultad del centro no era de tu agrado. Ahora eliges activamente en función de la oferta formativa, por lo que alientas a los centros a ofrecer asignaturas más motivadoras e interesantes. ¡Un gran cambio!
La ley en su totalidad me parece positiva, pero la forma en que se introduce es totalmente innecesaria, cuando podrían haber modificado ligeramente la ley anterior para obtener exactamente el mismo resultado.
Los cambios que hacen a las leyes educativas tienen la única función de llevarse el mérito si algo sale bien y de reforzar el ego de los políticos que la implementan.
¡A ver si dejan ya de molestar a los docentes!
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