Nuestro profesor Xoán, al que ya he mencionado varias veces, nos ha propuesto hablar sobre blogs de orientación educativa. Yo voy a hablar sobre uno que me ha llamado la atención por una entrada con un nombre interesante.
Es el blog de un orientador, en el cual trata de animar a más docentes a participar en su función de orientador. Por supuesto, estoy a favor de esta iniciativa, sin embargo tengo mis dudas sobre la efectividad de su propuesta en esta misma entrada.
Presenta un PowerPoint sobre cómo deben ser las redes de un orientador, lo cual no voy a criticar tampoco ya que me falta experiencia en el tema. Lo que sí quiero criticar es la funcionalidad de estas redes. ¿Se supone que debes orientar a gente que contacte contigo? Me parece una ardua tarea, cuando no estas en contacto real con la persona que vas a orientar. Necesitas saber cómo es su entorno y contexto social, tienes que entender su pasado y saber las acciones que ha tomado, debes tener en cuenta que a veces no somos conscientes de lo que nos pasa realmente y solo viéndolo en persona podrás saberlo.
Hay mil y una razones por las cuales es necesario orientar en persona, en carne y hueso. Quizá el chico se sienta más retraído al no hablar con una persona frente a frente, o quizá simplemente te están haciendo perder el tiempo con un "trolleo". Quizá sea al revés, no lo niego, así que sí puede ser útil como orientador. También puede haber personas sin acceso a un orientador o con uno que... digamos... no oriente mucho, y a las que le vendría bien uno digital que es mejor que nada.
Aún así, creo que es menos útil como orientador que uno en persona, con el que realmente puedas sentirte conectado y en el que puedas establecer una relación de confianza.
Mi crítica no puede ir más allá, por mi desconocimiento del tema. Podría ser interesante hacer un perfil como el sugerido, pero sería intrusismo laboral, aunque he de decir que haría mucho mejor trabajo que los orientadores que he tenido hasta ahora.
La duda de la que hablo, es si realmente es útil crear estos perfiles, ¿qué opináis?
Y sí, todo este post es un disfraz para poder contar un poco de salseo sobre la falta de orientadores debido a la poca valoración que se les da, y el por qué muchos hacen que todos se ganen esta valoración.
1-En el colegio no tuve orientador.
¡En serio que esto me enfada!
Creedme cuando os digo que en mi colegio era necesario. No quiero meterme en detalles de mi infancia que solo debería compartir con un psicólogo, pero mi clase necesitaba a alguien que la orientase y nadie se preocupó de hacerlo.
No sé si es porque era el colegio de un pueblo no muy grande, o si es que consideraban que no son necesarios, pero es vergonzoso que no se proporcione ayuda a niños de primaria.
2-La orientadora perdida
Pasando a la etapa de instituto, debo criticar la actuación de una orientadora que lo único que conseguía, era desorientarte a ti y a sí misma. Mi primer contacto con ella fue en 4º de la ESO, normal, ningún profesor que la conociese pensaría que es competente. Ese día nos dio una charla sobre bachillerato, en la cual una chica se la comió diciendo que le parecía un título inútil si no vas a la universidad, y aunque lo hagas, un grado superior es casi siempre mejor opción.
Debo decir que creo que su crítica tiene razón, con la excepción de carreras teóricas como la mía, un grado superior te prepara mejor para el mundo laboral y estará probablemente más orientado hacia la carrera. Todo sin contar que en vez de tener que hacer la estresante EVAU, entras en función de tu nota en el grado superior y con menos competencia.
La siguiente vez que la vi, fue ya en 2º de bachillerato. Ella debía informarnos sobre cómo funcionaba la EVAU y también organizar las excursiones a puertas abiertas.
Para empezar, me dijo que necesitaba hacer dos exámenes optativos aunque al final me contasen mate como un examen optativo más, cosa que rectificó dos semanas antes de la EVAU para decir que solo necesitaba hacer una con lo que dejé de acudir a una clase que ya había acabado el temario pero que seguía preparando a los alumnos para el examen, y que volvió a rectificar unos días antes del examen. Resulta que sí era necesario tomar otros dos exámenes de optativas, pero que iba a saber ella, ni que fuese su único trabajo en el instituto (sabiendo que absolutamente nadie la consulta para nada más).
Ahora llegan las dos excursiones de puertas abiertas, una a la Yutera (Palencia) y otra al campus de Valladolid.
Primero fue la Yutera, excursión con la que se confundió de día, por lo que tuvimos que hacerla dos veces.
La segunda y aún más desastrosa fue a los campus de Valladolid. Como hay muchos, nos íbamos separando por grupos, ella vino con los de ciencias y primero acudimos a las facultades de medicina y enfermería. Después fuimos al campus Miguel Delibes en los que nos volvimos a separar por haber tantas diferentes charlas. Tuvimos un total de 5 minutos de charla (la única que me interesaba), ya que el autobús nos estaba esperando, por lo que tuvimos que perdérnosla. Sin embargo, nos tocó esperarla por media hora en el autobús, a pesar de que el grupo de 3 personas que dirigía ya había vuelto. Resulta que se había perdido en la facultad de ingeniería, una facultad con 7 entradas/salidas y cuyas escaleras dan todas a al menos una de ellas.
3-La universidad
Se supone que teníamos un orientador, cosa que descubrí en 4º porque algunos sí habían ido a hablar con esa persona (no sé ni su genero) y que al parecer te informaba de cosas importantes sobre las asignaturas y el formato de la carrera. Yo no fui nunca a hablar con dicha persona, para qué, si son más útiles los de secretaría si necesitas saber algo (esto pensaba después de haber conocido a una única e inútil orientadora). Craso error, puesto que en la UVa no se entienden ni ellos, con lo que muchas veces te dicen información que es simplemente mentira.
Como ejemplo, para entrar al master me aseguraron en dos administraciones diferentes, que podría hacerlo en la segunda convocatoria; cosa que resultó imposible ya que la preinscripción terminaba el día antes de empezar septiembre y la universidad no estaba abierta como para presentar el TFG. Por suerte pude hacerlo en periodo extraordinario, pese a que traspapelasen mi inscripción. Fortuitamente decidí ponerme en contacto de nuevo con la administración ya que no tenía noticias nuevas y se dieron cuenta del error.
Ya no tengo ganas ni de hacer la crítica, creo que se intuye por si sola.
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