Como ya menciono en la página de educación, nuestro profesor nos propone temas. En este caso estas son sus propuestas de factores a mejorar en la educación española y yo voy a dar mi opinión en varios puntos.
Cómo los últimos serán los primeros, quiero empezar por la número siete. Este tema se ha tratado superficialmente en varias de las asignaturas del master de profesorado, al hablarnos de las varias alternativas que hay a los estudios más típicos y académicos. En concreto ya he hablado de las FP en la entrada anterior y me gustaría reafirmarme en que tenemos muy buenas alternativas de educación que ya están muy enfocadas al mundo laboral. Me parece que en cierta medida, toda la educación debe enfocarse en un futuro laboral, pero que trabajar no es la única razón por la que estudiar. En mi caso estudié el grado Física por puro amor a la ciencia y si por mi fuese estudiaría varias carreras más antes de trabajar... pero si hay algo que nos une a todos, es que tenemos que comer. Dicho esto, tener más variedad entre estudios más enfocados en ámbitos teóricos y de estudios o los enfocados totalmente a la práctica y todo un rango de combinaciones entre medias, sería algo muy positivo. ¿El problema? No es fácil llevar a cabo una educación con tantas opciones sin que colapsen y se vuelvan desiertos de estudiantes, por no hablar del coste educativo que supondría. Mi conclusión es que siempre se podrá mejorar un poco en este aspecto pero que España ya se encuentra en una buena posición al respecto, y que las mejoras deben ser pequeñas y graduales para no llegar a dañar el sistema que ya tenemos.
Yendo hacia arriba, no hay mucho que decir de la sexta medida, obviamente premiar el esfuerzo motivará a los alumnos (lo que nos lleva a la segunda medida) y es tremendamente positivo. Por desgracia muchos profesores hacen sus mayores esfuerzos para invalidar tus esfuerzos, pero espero y creo algo que cambiará con el tiempo y las generaciones venideras.
La quinta es, de nuevo, obvio que mejores profesores conllevan a una mejor educación, de hecho me parece el punto más importante. Un profesor que ni le gusta su trabajo ni le importan sus alumnos no va a enseñar casi nada de valor y como mucho aprenderán los contenidos mínimos, solo por obligación o por propia motivación. Por otro lado, un buen profesor no solo enseñará a sus alumnos su materia en profundidad, sino que les motivará (al menos a algunos) a investigar por su cuenta, relacionar los contenidos con otras materias y con contenidos del pasado, o simplemente a esperar con ganas el año que viene. A raíz de esto, habrá veces que te lleguen alumnos desganados o con miedo a la asignatura y se vuelve muy complicado mejorar su motivación. Las cosas buenas es fácil arruinarlas y difícil ganarlas, por lo que todos los profesores debemos colaborar en este punto para llegar a proporcionar una buena educación a los alumnos.
Dicho esto, la mejor manera de asegurar tener un buen profesorado, es a través de su educación. Aumentar los "tipos" de docente podría llevar a una educación más personalizada, al estar especializados en cómo afrontar diversos obstáculos que puedan presentar o sufrir los alumnos. Con esto, me refiero a que para alumnos con determinados problemas, será más efectivo utilizar estrategias de aprendizaje distintas que para los demás. Docentes especializados, o algún tipo de profesional como un orientador deberían encargarse de determinar estas estrategias para asegurar el correcto desarrollo del alumnado. A su vez, docentes más preparados en los ámbitos de la educación, que conozcan qué estrategias parecen funcionar mejor y que investiguen cuál es el mejor enfoque para una asignatura; son muy necesarios y solo se puede lograr mediante una educación especializada para dicho docente, para prepararlo y guiarlo como él tendrá que hacerlo con los alumnos.
Como podéis ver, el mayor de los factores limitantes suele resumirse en el cuarto punto. Para dar más opciones, ya sea de ciclo formativo o de tener docentes más especializados; hace falta dinero. La educación es cara, los docentes tienen familias que alimentar y a veces es eso mismo lo que nos consume. Una mejor valoración de la práctica docente, junto a un aumento de sueldo claramente mejorarán su estado de ánimo y con ello la de sus alumnos. Pero claro, un mundo en el que el dinero cae del cielo es mucho pedir, tenemos que reivindicar por que se destine más dinero a educación si realmente lo vemos necesario.
En el caso de España, no creo que este sea el factor limitante, creo que se resume mejor en la mala actitud de muchos docentes y de cómo esta perjudica al alumno en sus futuras clases, al asociar el aprendizaje con malos recuerdos.
Aunque no voy a hablar mucho, las otras medidas son igual de interesantes. La motivación, en concreto, es importantísima. Es la razón que tiene el alumno para aprender pero depende de numerosos factores y da para escribir toda una serie de novelas. Ya he mencionado el efecto de la sexta medida en la motivación, pero es que la séptima también influye en la motivación de quien quiera trabajar en algún sector concreto y no voy ni a explicar por qué un buen docente es necesario para mantener la motivación del alumno. En su lugar, voy a hablar de la importancia de los padres. Quizá hablando de motivación, sean igual de importantes que los profesores. Ellos pasan gran parte del día con los alumnos y suelen ser sus ejemplos a seguir. Un padre o madre implicados, tendrá mejores herramientas para ayudar a sus hijos con las tareas y trabajos, además de ser capaces de resolverles dudas. Para esto es imprescindible la colaboración de padres y docentes, puesto que uno desacreditando al otro será muy negativo, perdiendo confianza en alguno de los dos.
Y para finalizar, una pequeña crítica a nuestra política, que siempre viene bien. ¡Dejad de marear a profesores y alumnos! ¡No, no hace falta hacer una nueva ley educativa cada vez que entras a gobernar! Eso solo puede llegar a confundir a los que tienen que impartirla e incluso evita que se preparen correctamente los contenidos requeridos por la nueva ley educativa. Otros países no realizan reformas totales a la ley educativa, perdiendo tiempo y dinero en el proceso. Estos se enfocan en detalles a mejorar o en seleccionar los aspectos que necesitan cambiar o eliminarse... ¿pero cómo vas a hacer eso si ayer tenías que seguir una normativa distinta a la de hoy y que caduca mañana?
La educación es uno de los pilares de la sociedad. Pocas cosas hay más importantes que la información en estos días, sin embargo parece que nuestros políticos se lo toman a broma e incluso miembros del colectivo docente no valoran la importancia de su trabajo. Todo el mundo debe abrir los ojos y exigir una mejora inminente y muy necesaria.
Que razón tienes, es muy complicado mejorar la educación cuando cada tres o cuatro años cambian la ley y solo remueven las cosas sin aplicar casi ninguna innovación.
ResponderEliminarEs todo cuestión de ego
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